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 Gestión del riesgo

La vida está llena de eventos aleatorios que pueden causar problemas. Esto es lo que en gestión de proyectos llamamos: riesgos. Suponga los siguientes casos:

 

  • Su empresa subcontrata la realización de un determinado producto o servicio. ¿Cómo podrá gestionar un retraso en la entrega de su proveedor y que afectará a su vez al plazo que usted le ha dado a su cliente?
  • Su organización está inmersa en un proceso de reestructuración de los procesos de trabajo, de forma que puedan reducirse los plazos y eliminarse burocracia interna. ¿Cómo podrá usted estimar el coste del cambio dentro de la organización, si aún no estamos seguros ni siquiera del cambio exacto que se quiere realizar?
  • Su empresa ofrece servicios basados en una cadena de proveedores que lleva mucho tiempo funcionando correctamente. Se pretende innovar en dicha cadena para mejorar. ¿Cómo puede saber usted que al cambiar una pieza de la cadena, el servicio completo seguirá funcionamiento con un nivel de calidad como mínimo igual al actual?

 

Gracias a la gestión del riesgo, la falta de certeza en algunos aspectos de nuestros proyectos o actividades se administra de forma disciplinada y sistematizada. Entre más sistemáticos seamos para la resolución de los problemas potenciales, más capacidad tendremos para controlar y reducir los riesgos.

 

Con tacnetting, usted podrá transformar la falta de certeza de los proyectos que usted administra en riesgos específicos que le ayudarán a desarrollar estrategias para gestionarlos correctamente.

 

La administración del riesgo es una de las tareas más importantes que debe realizar todo jefe de proyecto o líder. La estrategia para la gestión del riesgo dentro de tacnetting se concreta en un conjunto de pasos a seguir para la correcta identificación, análisis, priorización y desarrollo de los riesgos inherentes a un proyecto. El proceso es el siguiente:

 

  • Identificar los riesgos: De forma sistemática, encontrar todos los factores que puedan desviar los objetivos inciales del proyecto.
  • Analizar y priorizar. Puntuar cada riesgo en función del posible daño que puedan realizar, así como las probabilidades de ocurrencia del mismo. Muchos proyectos tienen muchos riesgos inherentes. Priorizarlos ayudará a los miembros del equipo del proyecto a tenerlos en cuenta para evitar que ocurran.
  • Desarrollar una respuesta: Crear una estrategia para reducir el daño y/o la probabilidad de ocurrencia del riesgo.
  • Establecer reservas: Contar con un presupuesto adicional o un aumento de horas de trabajo en función de la ocurrencia de dicho riesgo (siempre y cuando sea un riesgo conocido).
  • Monitorizar e informar: De forma continua, monitorizar la evolución de dichos riesgos. Establecer una política de comunicación de los nuevos riesgos tanto a los empleados como a los promotores del proyecto.